El Rincón de Los Vencidos

Nuestro Rincón, Nuestra Historia

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Éste es el título de mi primera novela. Como dijo Luis Landero: “Toda novela es la sombra de otra, perfecta y arquetípica, que el escritor ha vislumbrado en sus ensueños”.

Es una novela ambientada en una universidad, donde dos amantes sufren las desventuras del amor. La universidad es más que estudiar, y ellos aprenderán esa lección. Más información aquí.



Un Sueño Cumplido. Desde El Rincón a Ti.

Ese fue mi primer libro, que salió a la venta en diciembre de 2009. Si quieres adquirir un ejemplar, pincha aquí. Gracias

19 de marzo de 2011

Mi Último Adiós

Hace dos años escribí esta entrada, Adiós Dulce Pena, Adiós Rincón Vencidos, aquella entrada fue para celebrar que dejaba a un lado la pena, que dejaba a un lado el pasado y que empezaba un nuevo cambio. Aquello que quizás pudo parecer improvisado, o repentino, llevó varios días de trabajo en este blog, y sobretodo muchas ganas, ilusión y tiempo para hacerlo.

Ahora ha pasado el tiempo, las situaciones cambian, el tiempo del que dispones no es el mismo, ni tus proyectos son aquellos, ahora todo ha cambiado. No puedo negar que ahora tengo mucho menos tiempo para el blog y más proyectos en mi mente. Muy próximo está El Rincón, después el Tawq, un libro solidario, el tercer torneo de Caballeros Cristal, otra novela, de relatos cortos...

Por eso, esto es un adiós para siempre, o al menos un adiós indefinido. Esta vez no volveré en un par de semanas, ni en un par de meses, necesito tiempo. Necesito dedicarme a esos otros protectos, no puedo olvidar lo que los blogs han significado para mí. Si hoy mi forma de escribir emociona, si llega a alguien, si os gusta ha sido por todo lo que he aprendido en estos cuatro años (dos en Rincón Vencidos y dos en Piel Promesa)... por eso siempre estarán presentes en mí.

El blog seguirá abierto, incluso habrá dos entradas más que serán para promocionar mi primera novela, El Rincón de Los Vencidos. Pero éste es mi último adiós.

7 de marzo de 2011

Musas

Se levantó, apagó la tele y abrió un libro. A su cabeza vino la inspiración.

Meses más tarde fue denunciado por plagio.

No tengas en cuenta mis lágrimas, pues hánse brindado para evitarles a tus ojos derramarlas ya que ahora ellos deben permanecer hermosamente abiertos por lo mucho que han de mirar y de ver.


M. Lasala