Hoy no os traigo ningún relato (ni corto ni largo), ni ningún poema. Sino una reflexión...
Con la próxima publicación de mi primer libro algunos de mis amigos y compañeros de la facultad han podido ver la versión preliminar del libro. E incluso los que no me habían leído, han saboreado unas cuantas líneas de él. Algunos me preguntaron si el de las historias era yo. A pesar de decirles que no, volvían a insistir, "no, no soy yo". Repetía. Y luego, también muchos de vosotr@s lectores y lectoras asidu@s a mis letras me hacéis la misma pregunta, o similar. Si mis relatos son reales o ficción.
Bien, a no ser que diga lo contrario los relatos son ficción, es lo que digo siempre. Tal vez algunas veces sea cierto que éstos nacen de un momento real (Vas por la calle), o de un sueño (Cómo en un sueño), pero luego se tornan en ficción. Y llega a veces hasta puntos que ni siquiera se parece a lo que en un principio pensé (lo que me pasó con Locura, que era una segunda parte de Vas por la calle). O incluso nacen de canciones (Otro amanecer; y antes El Tren). Pero como digo, yo no suelo ser el protagonista de mis historias (Nuestra Pequeña Locura o En la Oscuridad de la Noche; sí soy yo el protagonista).
Es cierto que la mayoría de los protagonistas son personas jóvenes, de más o menos mi edad. Pero eso es por una simple razón: Cuando escribo me gusta deshacerme de Josemy, de mi vida, de mi alrededor y meterme en la piel de ese personaje, darle vida, buscarle unos sentimientos y sentirlos como míos. Y todo eso se me hace más fácil con este tipo de personajes con chavales parecidos a mí (pienso por ejemplo, en Mil y una noches;o en mi novela El Rincón de Los Vencidos).
Ésa es la razón por la que yo creo que la gente sospecha que soy yo el de las historias porque los personajes se pueden asimilar a mí en ciertos rasgos, pero también he escrito desde el punto de vista de ellas (Tarde de Otoño) o como si estuviese ya muerto (Cuando no Queda Nada, saldrá en el libro). Y otras muchas veces como si fuese el narrador de la historia (Orfeo y Eurídice). En TODOS mis textos (relatos, poemas, microrelatos, lo que sea) me intento desprender de todo y ser sólo los personajes que han de vivirla...
...pero eso no quiere decir que por muy real que parezcan hayan de serlo.
Con la próxima publicación de mi primer libro algunos de mis amigos y compañeros de la facultad han podido ver la versión preliminar del libro. E incluso los que no me habían leído, han saboreado unas cuantas líneas de él. Algunos me preguntaron si el de las historias era yo. A pesar de decirles que no, volvían a insistir, "no, no soy yo". Repetía. Y luego, también muchos de vosotr@s lectores y lectoras asidu@s a mis letras me hacéis la misma pregunta, o similar. Si mis relatos son reales o ficción.
Bien, a no ser que diga lo contrario los relatos son ficción, es lo que digo siempre. Tal vez algunas veces sea cierto que éstos nacen de un momento real (Vas por la calle), o de un sueño (Cómo en un sueño), pero luego se tornan en ficción. Y llega a veces hasta puntos que ni siquiera se parece a lo que en un principio pensé (lo que me pasó con Locura, que era una segunda parte de Vas por la calle). O incluso nacen de canciones (Otro amanecer; y antes El Tren). Pero como digo, yo no suelo ser el protagonista de mis historias (Nuestra Pequeña Locura o En la Oscuridad de la Noche; sí soy yo el protagonista).
Es cierto que la mayoría de los protagonistas son personas jóvenes, de más o menos mi edad. Pero eso es por una simple razón: Cuando escribo me gusta deshacerme de Josemy, de mi vida, de mi alrededor y meterme en la piel de ese personaje, darle vida, buscarle unos sentimientos y sentirlos como míos. Y todo eso se me hace más fácil con este tipo de personajes con chavales parecidos a mí (pienso por ejemplo, en Mil y una noches;o en mi novela El Rincón de Los Vencidos).
Ésa es la razón por la que yo creo que la gente sospecha que soy yo el de las historias porque los personajes se pueden asimilar a mí en ciertos rasgos, pero también he escrito desde el punto de vista de ellas (Tarde de Otoño) o como si estuviese ya muerto (Cuando no Queda Nada, saldrá en el libro). Y otras muchas veces como si fuese el narrador de la historia (Orfeo y Eurídice). En TODOS mis textos (relatos, poemas, microrelatos, lo que sea) me intento desprender de todo y ser sólo los personajes que han de vivirla...
...pero eso no quiere decir que por muy real que parezcan hayan de serlo.
4 Prometieron:
Espero que os guste la canción que he elegido. Sé que tiene mucha fuerza, y es muy pesada.. pero si buscáis más allá de la música e indagáis en la letra...
"Quiero mostrar mi arte, la tinta es mi sangre y describir el aire."
"Quiero mostrar mi arte, la tinta es mi sangre, quiero lograr ser alguien, mi camino emprenderé no sé a dónde me llevará, no lo sé."
enhorabuena dulce...yo pienso por lo general prefiero dejarlo a imaginacion del lector, cada quien ve lo que quiere ver...muak, mis besines niñito...je...espero pronto ese libro.
Abrazos
Un libro.....un sueño. Pero éste podré tocarlo despierta.
Un abrazo
Polie, gracias amiga. A mí también me gusta dejarlo a la imaginación siempre que el lector sea sutil a la hora de preguntar... jaja, pero a veces algunos se pasan y necesitaba aclararlo.
Siberia, gracias a tí también. Eso son los buenos sueños los que también nos acompañan en la realidad.
Abrazos a las dos.
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