El Rincón de Los Vencidos

Nuestro Rincón, Nuestra Historia

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Éste es el título de mi primera novela. Como dijo Luis Landero: “Toda novela es la sombra de otra, perfecta y arquetípica, que el escritor ha vislumbrado en sus ensueños”.

Es una novela ambientada en una universidad, donde dos amantes sufren las desventuras del amor. La universidad es más que estudiar, y ellos aprenderán esa lección. Más información aquí.



Un Sueño Cumplido. Desde El Rincón a Ti.

Ese fue mi primer libro, que salió a la venta en diciembre de 2009. Si quieres adquirir un ejemplar, pincha aquí. Gracias

31 de julio de 2009

Sueños

Sólo en sueños puedo llorar sin dolor.

27 de julio de 2009

Última Oportunidad

Sólo tenía una oportunidad y la desperdició esperando a la siguiente.

20 de julio de 2009

Amistad

Cómo llevo prometiendo desde hace algún tiempo (quizás demasiado), aquí la entrada sobre la amistad... Este tema lo había tratado ya en El Rincón varias veces pero, en ciertos momentos, es bueno darles una relectura a esos textos y ver cómo han cambiado las cosas. Por último, para acabar esta introducción, qué mejor forma de empezar la entrada que dejaros con este tema de Mägo de Oz que trata de la amistad que Sancho jura a su señor (ni que decir tiene que ese señor es Alonso Quijano).


Recuerdo que en una de esas entradas hablaba con cierto rencor, el que por mucho tiempo fue mi mejor amigo, había desaparecido de mi vida con una herida profunda. Aún hoy esa herida no ha sanado, pero ya, al menos, no sangra. Sigue doliendo, pero no asesina. La vida es un devenir, y en aquel momento nuestros sinos se separaron, pocas veces desde entonces se han vuelto a juntar, y cuando lo han hecho no ha sido igual, más fría, más insulsa, más helada. Pero, quiero creer que aún queda el recuerdo de lo que fue y jamás volverá. Desde aquel entonces, mi vida encontró un camino difícil de seguir. Estaba solo. Cómo se dice en una canción de RIX, "me siento solo, pero no es una soledad física".

Y es que, no es menos cierto que en mi vida había muchas personas dispuestas a ayudar, a tender esa mano o ese hombro para seguir, es más, hasta tenía a mi pareja ya por aquel entonces. Pero, echaba de menos a aquel amigo. Era mi segundo año de facultad, y ya tenía algunos compañeros, que creía amigos pero no lo eran, nos faltaba la complicidad, en ellos jamás me refugié porque no me inspiraban esa confianza para hacerlo, y más aún al ser tan tímido. Quizás, fuera por ello por lo que comencé el blog, pero desde que mi amigo rompió la amistad conmigo, habían pasado cinco o seis meses. Desde que rompimos nuestro hermanamiento: porque, alguna que otra vez nos lo habíamos dicho, él para mí era más que un amigo, era mi hermano. Sabía todos mis secretos, toda mi vida, y sé que a pesar de lo que pasó, seguirán sólo en él, pero no será lo mismo ya.

Gracias al blog conocí a una blogger, que, hoy no recuerdo como comenzó la amistad con ella, esa complicidad... Tampoco recuerdo como llegué a ella, a su blog, pero sí el por qué de ponerme en contacto con ella: para pedir ayuda con mi blog. Recuerdo nuestras primeras conversaciones... siempre me dio tan pocos detalles sobre sí misma, que aún sigo sin saber como es, pero no importa. Todos esos detalles que no me dio se convirtieron en confianza, y un extraño saber que siempre estará ahí. Mi memoria es pésima, y sigo sin poder recordar cuál fue la primera vez que le pedí consejo, que le comenté algún problema o algo... pero, recuerdo que siempre ha estado ahí. Mucho más que las personas físicas que estaban a mi lado, y podrían darme esa ayuda que pedía. O tal vez tuviera miedo de que me juzgaran y sabía que ella no lo haría. Ella que nunca soportó a nadie...

El tiempo pasó y seguí apoyándome en ella cuantas veces fueron necesarias, y ella siempre estuvo ahí dispuesta a darlo todo. Pero mi vida seguía avanzando de forma vertiginosa, mis amigos, o más bien conocidos, en la vida no virtual eran cada vez menos, cada vez tenía menos relación con ellos, sin saber muy bien el motivo. Pero, en realidad, todos éramos tan distintos que eso tendría que pasar alguna que otra vez, porque los conocidos son sólo eso, conocidos. Otras veces, por desgracia es por culpa de la distancia o los problemas que surgen en la vida de uno por lo que se aleja. Y eso fue lo que me pasó con otro gran amigo, antes del primero que hago referencia en este post.

Con él viví algunos de los mejores años de mi vida, mis mayores locuras las hice a su lado. Y tanto él como yo teníamos esa confianza que es difícil de encontrar, pero la teníamos, nos aconsejábamos en temas del amor, y nos pasábamos horas y horas hablando de cosas, casi sin sentido, pero, que nos hacían sentir bien, tan bien como el lugar en el que estábamos. Años y años llenos de recuerdos, pero todo acabó por acabarse, aún hoy -por suerte- nos une una gran amistad, pero no tan grande como la que en aquel tiempo fue, la distancia la ha mermado, pero, no importa. Cómo se dice en el Final Fantasy IX (si no me equivoco): "mis recuerdos me acompañarán en el camino".

Y, en ese camino me encontré con otra blogger, que seguía mi vida a diario, seguía mis entradas y las leía más allá de lo que se podía ver... Y, fue por ello, por lo que en un momento de flaqueza suyo intenté ayudarla, mis manos están aquí siempre para ayudar, y con ella, si podía hacer algo debía de hacerlo. La pena de los blogs es que a veces te separan cientos de kilómetros de distancia de las personas que en esos momentos necesitan de ti o tú de ellos, pero siempre se intenta hacer algo para evitarlo y por los amigos más. En esos momentos volvía a tener un segundo punto de apoyo en mi vida, ambos a cientos de kilómetros pero estaban ahí y estarán en el futuro, lo sé.

Como tantas otras personas que, tal vez, ahora mismo no tengamos ese nivel de amistad-complicidad, pero sé que están ahí sin pedir nada a cambio, dispuestos a ayudar en un segundo, a dar esa mano amiga que levante. Tanto si están a cientos, miles o millones de kilómetros, como si están a un par de metros de mi. Siento su calor, siento su compañía... su amistad.

No podía dejar esta entrada sin hacer mención a, ahora mismo, la mejor amistad que tengo fuera de los blogs. En realidad, hace muchísimo tiempo que la conozco, pero jamás había hablado con ella, se me hacía tan imposible que ni siquiera se pasaba por la cabeza entablar una conversación decente con ella; pero como las mejores cosas en la vida, fue una casualidad que empezara esos inicios de relación con ella. Y casualidad tras casualidad, esa relación de compañerismo se fue tornando intensa, hasta hace poco, amistad. Digo casualidad porque todo lo que me ha envuelto con ella parece que ha sido el azar: azar de que empezásemos a hablar, azar de que tuviéramos una forma de conectarnos, azar el poder contarle lo que me pasaba aquel día... Y es que fue un día como otro cualquiera, cuando en un momento de bajón confié en ella, y le conté mi problema. Ella sin dudar estuvo ahí para ayudarme a salir, y otras veces después también.

Por ello, jamás le estaré lo suficientemente agradecido -como tampoco estaré a todos los que me habéis ayudado tantas veces, pero permitídme que con ella, y las bloggers que he comentado antes sea aún más especial-, por ello, cuando la he visto mal he intentado ayudarle, he intentado darle todo lo que podía... y gracias a ello, a sus innumerables acciones, a mis pocos hechos, nos une una amistad, y, de nuevo vuelvo a tener esa complicidad que creía perdida.
Así que:
Gracias... Amigos...

13 de julio de 2009

Málaga y los Omeyas



Segunda parte de la entrada anterior, segunda parte del título de curso al que asistí del 6 al 10 de julio. Sé que os había prometido hacer una entrada sobre la amistad, pero por varias razones he creído que sería mejor hacerlo sobre el curso, entre estas razones se encuentran:
-Lo bien que me lo pasé en el curso, y necesitar darle un recuerdo a los compañeros y ponentes de las conferencias.
-Mis musas siguen huyendo de mí...


La noche del sábado apenas pude dormir 4 horas, estaba bastante nervioso. Cogí el bus de las 8:30 para Málaga, a pesar de que el de Archidona salía hacia la misma a las 11:00, hombre precavido vale por dos decía el padre de mi amigo. Y tenía razón, porque el bus se rompió a mitad de camino, sin embargo, finalmente llegué a tiempo y bien. Una vez ya en Archidona, me pateé el pueblo con la maleta, preguntándole a la gente de cómo llegar al hotel. Cuando llegué estaba cerrado, y a pesar de tener habitación a las 12, y ser cerca de las dos, no era posible que me dieran la habitación, así que solté la maleta y me fui a comer, de casualidad, a la Marisquería Asador Central (donde comería el resto de días de mi estancia en Archidona). Y la verdad, que el servicio, la comida y el precio muy bien. Luego volví al hotel dónde me dieron habitación y me pude acostar un ratito.

Me desperté al poco de llegar mi compañero, Carlos, y bueno, estuvimos un poco hablando y el venía de Historia (algo lógico, dado el tipo de curso). Hablando, hablando se hizo de noche, y fuimos a cenar, al preguntar en recepción, nos dijeron que teníamos que ir al Central y preguntar por Cecilia. Cuando llegamos allí Carlos reconoció a Sebastián, un profesor ponente en el curso, y no tuvimos que preguntar por ella. Hablando, hablando (de nuevo) pasó la noche y la cena. Una vez en el hotel quedamos para desayunar a las 08:30 (como todos los días, aunque ninguno conseguimos desayunar a esa hora). Las conferencias han sido algo que me han encantado, he de decir, que unas más que otras. Sobre todo, las del viernes, sobre "Mujeres en tiempos omeyas" y "Al-Ándalus en la literatura árabe moderna". Porque yo hice ese curso por la poesía, por Walläda la Omeya; hice el curso gracias al grupo gaditano SauroM, que me dieron a conocer a Walläda.

Sin embargo, allí aprendí mucho más aparte de profundizar en la vida de esta princesa andalusí, conocí que también había poetas aquí en mi Vélez natal, y encima, poetisas iletradas. Conocí mucho más de lo que podía haber imaginado al principio, pero sobre todo, conocí a una serie de personas maravillosas, y gracias a ellos creé unos recuerdos que me serán difíciles de borrar (amén de unos kilos difíciles de perder...). Y, es que, entre los otros dos becarios (Carlos Muriel, Dolores García), María Jesús Viguera (directora del curso), Juan Manuel Ortega (secretario), y el resto de ponentes (Sebastián Fernández, Mª Isabel Calero, Fernando Branco, Rachid El Hour, Francisco Sánchez, Concepción Castillo, y Virgilio Martínez -por qué creo recordar que a Teresa Garulo no llegué a conocerla-) han conseguido que mis días allí hayan sido únicos, y esté deseando volver a coincidir con ellos.

No obstante, para ser fiel a la realidad, hay otras muchas más personas que han conseguido que traiga este gran recuerdo, y este calor en el corazón, por desgracia, de éstos sólo sé el nombre, y de la mayoría ni siquiera eso, pero igualmente paso a citarlos: Isidoro Otero (director del IES Luis Barahona de Soto), junto a su mujer también; nuestra preciosa azafata Teresa Romero, y nuestro gran azafato Rafael (ambos alumnos del citado IES dónde se desarrolló el curso); no podría olvidarme tampoco de Cecilia, y su compañera de FGUMA (que me perdone, pero no recuerdo su nombre); Rafael Atencia, también de FGUMA; los dos embajadores sirios; y un sinfín más de compañer@s que no recuerdo el nombre, además de algunos acompañantes de los ya citados ponentes. Y, ya de verdad, para acabar los agradecimientos y recuerdo, el personal del Hotel Escuela Convento Santo Domingo, de la Marisquería Asador Central, y del IES Luis Barahona de Soto.

En mi memoria guardaré todos los momentos que vivimos comiendo, tantos platos distintos y tantas copas de cerveza... Las explicaciones de Fernando, Isidoro, Mª Jesús, Juan, Narciso allí en la antigua mezquita y el aljibe. La inauguración oficial del curso en el patio del hotel, la ruta de la tapa, a la que algunos no asistimos (mejor dicho no acabamos), los chistes y la forma de ser heavy (según Lola ácida, pero a mí me gusta más llamarla heavy) de Juan, el ofrecimiento de Lola para llevarme a Málaga (aunque en Málaga acabáramos un poco perdidos por mi culpa). Tantos momentos que me hubiera gustado vivir, pero que tal vez no viví por mi vergüenza; pero tantos otros que sí viví por "vencerla" y me alegro por ello.


Gracias a todos vosotros y vosotras, esta semana ha sido mágica.
Y esto lo digo de corazón, que no es por hacerlos la pelota, que como dijo Oscar Sancho, nunca se me dio bien. Pero, me habéis marcado un antes y un después para mejor. En el futuro me gustaría volver a veros, y espero que podamos hacerlo. Mientras tanto me conformaré con el recuerdo, y el próximo número de la revista Rayya, que le pedí a Isidoro que me lo hiciera llegar.


3 de julio de 2009

Archidona y Abderrahman I

Antes de iniciar la entrada en sí, deciros que no sé cuando podré volver a actualizar y leeros, quizás esta semana que entra, o tal vez la siguiente... o no sé cuando. Lo siento, no lo sé.

Hace algún tiempo, me apunté a un curso de verano ofrecido por la Universidad de Málaga, el curso en cuestión es: ARCHIDONA Y ABDERRAHMAN I. MÁLAGA Y LOS OMEYAS. Que se imparte en Archidona, aquí en Málaga, pero lejos de mi Vélez natal... Yo pensaba ir al curso en bus todos los días desde Málaga, y pensaba ir a algún ciber a navegar cuando pudiese para leeros y eso, pero, pedí beca de alojamiento, pensando que no me la iban a dar, pero, tuve la "mala suerte" de obtenerla... Y, no podía decir que no, quedaría feo...

Además, que es en un hotel de cuatro estrellas con alojamiento y pensión completa pagada, lo único que yo tendría que pagar son los extras, si los hubiera, como internet (algún día creo que caerá, pero no sé), minibar, lavandería... El hotel en cuestión es Hotel Escuela Convento de Santo Domingo. Que no lo conozco, pero ojalá que esté bien, ya que este será el primer hotel en el que me quedo a dormir. Tengo que estar allí el domingo y vuelvo el viernes, ya tengo preparada la maleta, los horarios de los autobuses bien planificados, y creo que todo listo, a ver si no se me olvida nada...

Dicho esto, en el hotel, o dónde pueda me pondré siempre que pueda con mi libro, a ver si acabo de revisar los textos y poemas, y me voy decidiendo por Bubok o por la editorial de ACP. Ambos tienen sus ventajas e inconvenientes y he de sopesarlas tranquilamente. Y, si puedo también escribir una entrada que; sinceramente quería ofreceros hoy pero no he podido, mis musas me han dejado y ya se han ido, espero que al hotel; versará sobre la amistad.

Haciendo un poco de introducción, alguno tal vez recuerde que en El Rincón me he despedido de mis compañeros de Universidad en los veranos (aquí y aquí), pues, bien, este año ha sido mi cuarto año, y muchos de mis compañeros, y algún amigo, ha acabado ya la carrera y posiblemente no lo vuelva a ver, por ello quiero hacer una entrada para recordarlos. Después, este año he ganado también algún que otro amigo, que ya os diré nombres, y he afianzado aún más otras amistades, también os diré nombres en la próxima entrada. Y, espero, poder volver a reunirnos cuatro viejos amigos también este verano, que también os contaré los planes de esa reunión.

Hasta entonces me despido.

No tengas en cuenta mis lágrimas, pues hánse brindado para evitarles a tus ojos derramarlas ya que ahora ellos deben permanecer hermosamente abiertos por lo mucho que han de mirar y de ver.


M. Lasala