El Rincón de Los Vencidos

Nuestro Rincón, Nuestra Historia

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Éste es el título de mi primera novela. Como dijo Luis Landero: “Toda novela es la sombra de otra, perfecta y arquetípica, que el escritor ha vislumbrado en sus ensueños”.

Es una novela ambientada en una universidad, donde dos amantes sufren las desventuras del amor. La universidad es más que estudiar, y ellos aprenderán esa lección. Más información aquí.



Un Sueño Cumplido. Desde El Rincón a Ti.

Ese fue mi primer libro, que salió a la venta en diciembre de 2009. Si quieres adquirir un ejemplar, pincha aquí. Gracias

28 de junio de 2009

Otro Amanecer

Hacía pocos meses que había llegado hasta aquel bloque de pisos, mi familia siempre había vivido en el otro lado de la ciudad, en el lado sur, y ahora, yo me independizaba en el norte. El piso cuando lo vi me gustó demasiado, no sabría la razón de porqué fue así, pero me enamoró, tenía algo mágico; por eso, a pesar de la crisis me decidí a comprarlo como fuese. En el banco, al principio, no estaban muy dispuestos a darme la hipoteca, pero, en cuanto les dije quienes eran mis padres, y que firmarían como avales cedieron.

Aún hoy, en la noche, en la soledad, en la espera, recordaba cómo fue aquella mudanza en la que se perdieron algunos recuerdos, o eso decían los transportistas que se perdieron… pero daba igual, podría crear otros nuevos. ¿Quién necesita recuerdos? Crearé otros… Y eso es lo que estaba intentando hacer desde que llegó. La primera noche que estuvo allí hizo una pequeña fiesta para celebrar que había llegado, invitó a pocos amigos, pero menos fueron. También invitó a sus nuevos vecinos, y también fueron pocos, sólo una vecina de pelo rubio y ojos claros, parecía del este de Europa, pero a la vez parecía española, y por su acento latina…

Pero, en aquel momento allí quedó su encuentro en unas pocas palabras y un par de sonrisas, él estaba pletórico por haber llegado a la casa de sus sueños, y ella, estaba distraída de la rutina de siempre, como decían Barón Rojo, grupo que no dejó de sonar en toda la noche, y semanas después sería la banda sonora de sus recuerdos… Tras aquella noche, que acabó al amanecer del día siguiente, empezaron a nacer sus nuevos recuerdos, su nueva vida…

A pesar de que el banco no quiso darle la hipoteca él era un chico trabajador que trabajaba de 8 h. a 20 h., de lunes a viernes, la misma rutina… los mismos compañeros desagradecidos, y el mismo jefe egocéntrico que no tenía mayor mérito que haber nacido hijo del director de la empresa. Pero, su mundo estaba dispuesto a cambiar. Hacía varios años que había cortado con su chica, ese era un motivo por el que quería dejar atrás el sur de su ciudad, ella vivía allí.

Los primeros encuentros con sus vecinos eran fugaces, tan fugaces que ni siquiera se saludaban, excepto aquella mujer de pelo rubio; Tarja le dijo un día que se llamaba. De padre finlandés y madre española, de pequeña se había ido a vivir a Bahía Blanca. Y ahora estaba de nuevo en España con su hijo y su marido… y eran felices, o eso le dijo... Pasaban los días y misteriosamente coincidían más: Primero fue al llegar del trabajo ella llegando de la compra; luego, todos los días igual; empezaron a coincidir a las ocho de la mañana; a la hora del almuerzo… Y ella siempre le miraba, le saludaba y le sonreía.

E inevitablemente llegó el primer beso por parte de Tarja, él se quedó un poco paralizado, pero no pudo resistirse, y la agarró con fuerza, pero tan rápido como la agarró la soltó y separó. Hacía meses que no había tenido una relación con una mujer, pero Tarja era distinta estaba casada y con un hijo. Él se fue, pero le dijo que estuviese tranquila que no diría nada. Pasaron los días entre los dos, y no se volvieron a ver… pero cuando Alberto tenía desvanecida toda esperanza de reencontrarla, por que en el fondo le había gustado el beso, llegó ella por la espalda.

Alberto estaba entrando en su piso, y Tarja lo abrazó sin que él pudiera hacer nada y entraron en el pasillo, ella cerró la puerta antes de que pudiera verlos nadie. Y él, ya se había dado cuenta de que había sido ella la que le había empujado y por eso no gritó ni se asustó. Tan sólo quería preguntarle que quería, pero no le dio tiempo, su boca estaba siendo asediada por unos labios que le buscaban con deseo. Esta vez no podía resistirse a aquellos labios… a aquel cuerpo que le buscaba con desesperación… aquel instinto tan ansiado y que hacía recordar viejos recuerdos ya olvidados.

Ella le dijo ir a su cuarto, él cedió a la proposición, pero antes, encendió la minicadena, eligió el CD2 y buscó la canción 3, le haría el amor, pero ella tendría que mirar más allá y escuchar la letra de aquella canción:
"Dame la oportunidad de mostrarte cómo soy. Ábreme tu corazón, déjame vivir en él. Tal vez sea diferente, pero no va a ser peor que la rutina de siempre… Dame la oportunidad de cambiar tu realidad… Dame la oportunidad de llegar hasta el final…"

15 de junio de 2009

Dos Poemas

No tengo mucho tiempo para publicar post nuevos, por eso, hoy os dejo con el anticipo de lo que espero, y para ello estoy trabajando, un futuro libro de recopilación a modo de Escribo Aquí de Eigual, pero con El Rincón de Los Vencidos, y El Jardín de La Niebla.
-El primer poema "Podrás" es inédito en el mundo de los blogs, y se lo escribí por y para una amiga -Laura-. Este poema en principio no os lo iba a enseñar jamás, y sólo lo veríamos ella, sus amigos en Tuenti y yo, pero, como para mí es uno de los poemas más hermosos que he escrito, le comenté si le importaría que lo publicase en el libro, y me dijo que lo publicase, por eso, está aquí.
-El segundo poema lo recordarán los viejos compañeros que viajaron a mi lado en El Rincón, pues lleva el mismo título que uno publicado allí y la misma temática, pero, esta vez desde los ojos de la chica. Con este poema, me adentro en el "mundo de los sentimientos de las mujeres", antes ya lo había hecho con relatos (creo recordar) pero nunca con poemas. Disfrutadlos:


PodrásMe pides que te escriba un poema,
Y no sé si hablarás en serio, porque
Yo apenas te conozco y no sé qué escribirte;
Pero me ilusiona dedicarte unas palabras.

No sé por dónde empezar. Si pienso en ti
Recuerdo tus ojos y tu sonrisa,
Desde la primera vez que me crucé con ellos,
Siempre estuvieron alegres, transmitiendo ese sentir.

Siempre te vi tan feliz que jamás pensé en la desdicha.
No me atreví a mirar más allá,
Tal vez por la vergüenza o por el miedo,
Y ahora, ya tarde, leo tus palabras.

Y ahora leo que los colores dejaron de brillar,
Que todo empieza a perder el sentido,
Y tú, no sabes si dejarlo todo atrás y volver a empezar.

Y yo, no sé cómo ayudarte, no sé qué decir.
Quisiera que sólo fuese una etapa pasajera
Que, mañana al despertar, la pena muriera como la noche.

Mas, creo, poco puedo hacer para asfixiarla,
Tender mi mano, mi hombro y lo que necesites.
Si quieres, escuchar o, si deseas, hablar.

Ser, otro amigo más dispuesto a ayudar
Sin pedir nada a cambio, sin importar nada.

Sólo esperando los colores que marcharon,
Buscando el amanecer que cicatrice las heridas…

Y haga regresar tus musas.



Tarde De Otoño
En mis ojos tristes y cansados por el tiempo
Aún está presente aquel momento.
Era una tarde de otoño,
Nada podía presagiar nuestro encuentro.

Quizá por ello aún lo recuerdo cada anochecer
Imaginando que él también lo hace.
Nuestras vidas se tocaron,
Nada podía presagiar nuestro encuentro.

Vidas unidas, caminos que se cruzan sin saberlo
Marcas imborrables en los recuerdos
Labios que en mi mente,
Me atormentan por no poder rozarlos.

Aquella tarde te dejé pasar, te perdí por siempre
Y ahora te sueño te busco desesperada.
Sueño con tu cuerpo,
Deseo que estés a mi lado y amarte.

Me siento tan sola, buscando la forma de hallarte
Saber si signifiqué algo en ti.
Permanecer a tu lado,
Ser siempre quién te bese al despertar.

Ni un momento te olvidé, ni un segundo te gocé
Pero no pierdo la esperanza.
Aún queda el otoño,
Y con él, otra coincidencia para verte.

8 de junio de 2009

Estaba sentado en el sofá

Estaba sentado en el sofá de casa viendo la tele con mi mujer. Me levanté y dije:

-Cariño, voy a por tabaco.
-Pero... si tú no fumas.

Nunca más volví.

3 de junio de 2009

Si aparco mis sueños...

... qué me quedará?


El otro día hablando con un amigo, del que ya os he hablado, que también es (o eso pensaba) aficionado a la escritura, pero el otro día me sorprendió bastante sus palabras. Él que quería hablar con algún periódico gratuito para que publicara sus cuentos (eso sí pagándole por ello), pero lo que me dijo el otro día me dejó paralizado:
Si me gusta escribir ahora, también me gustará dentro de 20 años cuando tenga tiempo. Y si no me gusta, es que ha sido una idea pasajera.

A mi cabeza sólo vino la frase que tenía Eigual en su blog de Rilke, pero no le pude decir porque se me escapaba el bus y opté por asentir con la cabeza:
"Si crees que eres capaz de vivir sin escribir, no escribas"


¿Y qué más da si todo nos sale del revés?



No tengas en cuenta mis lágrimas, pues hánse brindado para evitarles a tus ojos derramarlas ya que ahora ellos deben permanecer hermosamente abiertos por lo mucho que han de mirar y de ver.


M. Lasala