El Rincón de Los Vencidos

Nuestro Rincón, Nuestra Historia

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Éste es el título de mi primera novela. Como dijo Luis Landero: “Toda novela es la sombra de otra, perfecta y arquetípica, que el escritor ha vislumbrado en sus ensueños”.

Es una novela ambientada en una universidad, donde dos amantes sufren las desventuras del amor. La universidad es más que estudiar, y ellos aprenderán esa lección. Más información aquí.



Un Sueño Cumplido. Desde El Rincón a Ti.

Ese fue mi primer libro, que salió a la venta en diciembre de 2009. Si quieres adquirir un ejemplar, pincha aquí. Gracias

25 de mayo de 2009

Orfeo y Eurídice

Cuenta la mitología griega que Orfeo hijo del Dios Apolo y la musa Calíope era un poeta y músico, pero su habilidad era tan inigualable que cuando tocaba la lira, que le regaló su padre, los hombres se paraban para calmar sus almas, los animales se acercaban a escucharlos y la naturaleza se detenía para no interrumpir su melodía. Quizás fue en una de esas ocasiones cuando la ninfa Eurídice, y de entre todas las ninfas y mujeres que gustosamente habrían yacido a su lado, él eligió a esa dríade. Tanto era su amor, que se casaron. Gracias a aquel amor Orfeo pudo cantar las canciones más hermosas jamás oídas, las notas más dulces jamás escuchadas sólo comparables con la belleza de su amada.

Un día, sin embargo, su amor cayó en desgracia, el hermanastro de Orfeo, Aristeo estaba de paso por el Valle de Tempe, y allí vio a la Eurídice, él, ensimismado con su belleza, la siguió, y ella en su intento de huída pisó una serpiente que le mordió en su pie y murió en aquel instante en aquel lugar, lejos de su amado. Su alma acompañó a Hades y Perséfone dueños de las almas de los que tiempo atrás fueron mortales.

Bella alma en triste lugar, ¿por qué fuiste a parar ahí? Cantaba Orfeo a cada instante. Ciego de amor, haría cualquier cosa por volver a ver su amada, y es algo que los dioses bien sabían. Sus cantos fueron tantos y tan triste que los mismos Dioses le aconsejaron que fuera al Inframundo a pedirles a los amos de él, que le devolvieran su amada, nunca nadie había regresado del submundo, mucho menos acompañado, mas en su corazón no ve imposibles, sólo halla la tristeza de estar lejos de su amada.

Desgarrado por el dolor, marcha cual alma en pena, cual ánima que busca su fin hacia el Ténaro, la puerta que le llevará de nuevo junto a Eurídice. Uno de los impedimentos que encontró fue Caronte, quién no estaba dispuesto a transportarlo en la barca, mas Orfeo, con su melodía logra disuadirle y al cruzar Estigia, Cerbero intenta atacar, las tres cabezas no desistirán tan pronto como Caronte, mas la música de Orfeo, tiempo atrás detuvo hasta la naturaleza, ahora, triste y melancólica, puede hacer estremecer de dolor y mostrar compasión en un ser que no dispone de ella. Con su lira y las palabras de amor amansa al can, y consigue hacer llorar a los tormentos, por primera y única vez, cómo él será el primero en salir de aquel lugar. Los peligros que se le presentan, logra vencerlos todos, no sin dificultad.

Dispuesto frente a frente con los Señores del Averno, clama por recuperar a su amada, la moiras fueron injustas con su amada, aún no le llegó su hora suplica Orfeo entre notas de su fiel instrumento. Pero los ojos de Perséfone se mantienen inmunes, ningún alma regresará de nuevo a la luz de la tierra, le grita. Orfeo, con toda esperanza perdida; su llanto, su música, su don los ve inútiles; recurre al corazón de los verdugos, y les recuerda que tiempo atrás, también ellos fueron separados, y su amor los unió. Hades, finalmente accede dejarles marchar pero con la única condición de que Orfeo no mirará atrás hasta que la luz del día, la luz de la vida, rodee por completo a Eurídice, de lo contrario, la dríade se esfumara cual humo en una ventisca. Si su amor es tan fuerte como se les hace presentar, confiará en ellos.

Logran cruzar todos los peligros, logran dejar atrás las almas que buscan perdón, a veces, incluso llegan a detenerse, Eurídice no está aún con la suficiente fuerza como para atravesar el Averno a los pasos de Orfeo, por eso, él espera con la mirada siempre al frente. A lo lejos, ya se puede divisar la salida del Ténaro. Ha conseguido salvar a su amor, cree, pero un instante antes de que su amada salga por completo del Reino de Los Muertos Orfeo gira su rostro, creyendo que su amada ya cruzó. Clava su mirada en Eurídice, y ésta se desvanece en el aire, se evapora como la niebla que antes dejaron atrás, pero no le importa pues sabe que su amado le sigue amando, sabe que se giró para besarla. Ella sólo pudo decir Adiós.

Orfeo siente que perdió a su amada se fue por segunda vez. Cambia de rumbo, regresa a Estigia, a pedirle al barquero que lo vuelva a cruzar, necesita estar con su amada, pero este le niega el deseo, y ya nada hay que hacer. Allí estará siete noches llorando, alimentando a la Laguna con la desesperación del alma que una vez lo tuvo todo y lo perdió, alimentándola con lo mismo que él lo hace, con lágrimas.

Cuando decide volver a Tracia, sabe que no podrá hacer nada para estar junto a su amada. Sus pesares son más tristes que antes de su primera marcha y niega todo amor, hiere los corazones. Tantos corazones que estos son su muerte. Las mujeres a las que rechazó desean que sus notas sean para ellas, él no cumple su deseo, y para hacerlas marchar, con una dura piedra toca su lira, ésta grita más que las almas en pena, las mujeres, desoladas por la actuación del poeta, lo lapidan con las piedras, ahora tornadas en rojo como su lira, gracias a la sangre derramada del músico. Dejan su cuerpo allí descansar, no su alma, que presta emprende el camino ya conocido.

Eurídice, muerta por segunda vez, espera en el otro extremo de Estigia, aguarda en el Submundo a poder reunirse con Orfeo. Sabe que Hades no dará una segunda oportunidad, su mente no comprende cómo pudo dar la primera, pero no le importa sabe que el amor de Orfeo es cierto, tan cierto como que está muerta por segunda vez. De repente unas notas de música, una lira empieza a sonar… quizás… sí, quizás sea él.

El poeta, ya muerto, conoce al camino, y presto se dirige a reunirse con ella, fundiéndose en un apasionado abrazo para la eternidad.


12 de mayo de 2009

Penas Ocultas Tras Sonrisas

A veces las sonrisas más verdaderas esconden en los ojos más alegres las penas más grandes jamás contadas.

A veces nadie se para a leer en esas sonrisas y esas penas se mueren ahogadas sin saber si será un atardecer o un nuevo amanecer.

Los colores más intensos ya transformados en leves reminiscencias vuelven a perder su ya mermada intensidad, y tornan oscuros hasta hacernos olvidar la salida.

Pero, otras veces, esas penas son pasajeras y las sonrisas vuelven a ser puras sin dolor.

6 de mayo de 2009

Gracias Por Estar Ahí

Hoy quería daros una noticia, pero os tengo algunas cosas más...

La primera es que hoy es el cumpleaños de una muy buena amiga, hace ya algunas primaveras nació ella para pintarlo todo de color y darle otro toque más alegre a este difícil mundo. Hace algunas menos se cruzó en mi vida, o mejor dicho yo me crucé por la suya, y empezó a dar pinceladas también por mi existencia. Desde entonces nuestros caminos han estado unidos, han estado llenos de frescura y color gracias a su corazón, gracias a su forma de ser. Por eso, porque se lo merece, me gustaría poder hacerle un regalo, un buen regalo, quizás darle algo más de tiempo para que descansara, para que disfrutara de la vida como merece, pero no puedo; hoy ni siquiera puedo hacerle un regalo físico, pero tal vez en un futuro próximo sí, ojalá que sí.

Por eso, por ahora, sólo puedo felicitarla, darle las gracias por estar a mi lado y como regalo por este día, y por cualquier otro, ofrecerle mi apoyo incondicional y mi amistad. Sé que tengo que dar las gracias a algo por haberla conocido, si creyera en Dios le daría las gracias a Dios, pero como no creo se las doy a otra amiga que fue por la que llegué a conocerla. FELICIDADES AMIGA: Que todos tus sueños se hagan realidad y que todo salga como tú quieras que salga por que te lo mereces.

La segunda noticia que quería contar es que hoy he vuelto a saber de dos grandes amigas a las que he echado mucho de menos (una de ellas la cumpleañera), pero siempre han hecho un hueco para mí, y siempre han estado ahí dispuestas a ayudarme, sin pedir nada a cambio. Por designios del destino, como nos pasa a todos, por falta de tiempo no sabía nada de ellas, pero hoy han hecho un gran hueco en sus vidas para contarme sobre ellas. Con sus mails me han hecho llorar de emoción, pero no importa, las únicas lágrimas que merecen la pena ser derramadas son las que brotan de felicidad. Parece que las dos se han puesto de acuerdo para hacerlo hoy, pero, la casualidad ha sido mágica y ha hecho más emotivo el saber de ellas.

Otra de las noticias que quería daros es que por fin aprendí a seguir mis instintos y hacer lo que realmente quería hacer, tal vez alguno de vosotros recuerde la entrada que contaba que no fui a un recital de poesía para quedarme en clase, esta vez la opción era el Zoco de Ballix, una especie de mercado medieval en la zona musulmana de Vélez, he colgado algunas fotos en Las Mayoralas, por un tiempo dudé en si ir o quedarme estudiando, finalmente fui y ha sido lo mejor que he hecho en mucho tiempo. Disfruté como un niño pequeño, ver el barrio dónde me crié con mi abuela, ver tanta gente por allí, y disfrutar con la cultura árabe fue casi como un sueño.

Por último, contaros que, siguiendo los pasos de Eigual, y de otros bloggers, he decidido publicar un libro en bubok de viejos relatos y poemas, aparte de algunos que estoy escribiendo especialmente para el libro, y puede que algún relato corto (muy corto) de mi época de estudiante. El publicar un libro con los viejos relatos era otro sueño que aún tenía por cumplir, y cómo el poder revisar mi novela me va a llevar más tiempo de la cuenta tomé esta decisión incitado indirectamente por Eigual. Así, que, espero poder daros pronto la noticia de que mi libro está por fin publicado (Pier esta era la noticia que te dejé en un comment).

Sin más me despido, sólo deciros a tod@s y en especial a las que he citado antes: Gracias por estar ahí

No tengas en cuenta mis lágrimas, pues hánse brindado para evitarles a tus ojos derramarlas ya que ahora ellos deben permanecer hermosamente abiertos por lo mucho que han de mirar y de ver.


M. Lasala